Molly Bloom es uno de los más reconocidos monólogos interiores jamás escrito. Es el epílogo de la famosa y gran novela de James Joyce, Ulises.

Escrito sin signos de puntuación, emula el fluir, libre y desinhibido, del pensamiento o «corriente de la conciencia» —stream of consciousness— que consiste en expresar los pensamientos del personaje sin una secuencia lógica, como ocurre en el pensamiento real.

Es por ello, por lo que se considera uno de los monólogos más difíciles de interpretar, dado que los pensamientos de su protagonista fluyen cual cascada imparable en una calurosa noche de insomnio.

Pero, ¿quién es MOLLY BLOOM ?

Molly, es una cantante de opereta poco exitosa, nacida en la colonia británica de Gibraltar en 1870, de padre militar, marcada por el abandono en su infancia de su madre y casada muy joven con Leopold Bloom, un publicista de origen judío mucho mayor que ella, con el que se traslada a vivir a Dublin.

Molly cuenta, desde su voz interior, sus recuerdos, secretos, ilusiones, en una espiral temporal de presente-pasado-futuro sin línea de separación.

Las palabras vuelan plenas de sentimiento en los labios de esta mujer atractiva, fogosa, vital, idealista, que desea amar y ser amada y que busca desesperadamente el amor de su marido Leopold, quien no la atiende y ni la ama, ni la desea, por lo que ella debe buscar el amor en otros brazos. Molly no es infiel por capricho, es infiel porque necesita amor.

Un canto de alto contenido erótico, identificado como la fuerza más poderosa del instinto en el ser humano, de la mano del espíritu de la Naturaleza. Una Penélope actual. Una mujer, todas las mujeres.