Comparado a menudo con Cody Jinks o el más reciente J.P. Harris, asegura que la calle ha sido su gran escuela. “Cuando llegué a Nueva Orleans, me encontré por primera vez con grandes y honestos artistas callejeros. Antes solo tocaba como afición, pero entonces decidí hacerlo en serio. Fueron pacientes conmigo. Es un lugar espléndido para aprender a tocar”. A partir de ahí configuró un estilo que debe mucho al country de los setenta y en especial a los outlaws. “Me gusta la mierda contra la que Waylon Jennings se rebeló, y me gusta la mierda que hizo”. (Ruta 66)