En un viaje por la naturaleza humana, el Sueño de un Hombre Ridículo, de Dostoievski, nos revela que la esencia humana es fácilmente contaminable por el pecado y que todas las ideas que nos eximen a nosotros mismos de la responsabilidad por la podredumbre en el mundo son hipócritas y condenables, siendo la autocompasión victimista la forma más cobarde de vivir, pues tiene la pretensión de renunciar a la irrenunciable verdad: el mundo sigue siendo un Edén, pero todos, sin excepción, contribuimos a su degradación cotidianamente, ocupando modernamente el lugar de la serpiente.
"¿Qué pasaría si, como el Hombre Ridículo, conociéramos una Nueva Tierra en donde se hablaran los idiomas que conocemos, pero tuvieran un significado tan profundo que no logremos comprenderlo?, un mundo en donde nuestra conciencia no nos alcance para penetrar en el verdadero significado de las ideas. El autor ruso nos deja en claro que el nivel de profundidad con el que percibimos el mundo no depende sólo del entendimiento de las palabras de una lengua, sino también de una especie de conciencia “meta lingüística” o sensorial que poseemos del mundo."
A veces las palabras no son suficientes para entender el mundo. Algo de esto transmite "el sueño de un hombre ridículo" de Fiódor Dostoievski.
Ivonne Pánico Bressant
Adaptación, dirección e interpretación: Paco Ventura
Música original y espacio sonoro: Juan Carlos Gallego
*Imprescindible presentar sus entradas en taquilla*