Es la primera vez que Nudo visita Madrid, y a mi juicio ha venido para quedarse. Es un festival de la palabra, de la iconoclastia, de la participación colectiva, de la combinación con otras artes, y de una complicidad singular y destacable entre poetas y público. Espero fervientemente que se repita. Un solo día, en efecto, pero un día aprovechado para conocer, para sentir, para hacer amigos, para pasarlo bien, para escuchar, y para conectar con otras personas en torno a una poesía libre, distinta y disfrutable. La jarana final (que además es prolongable a discreción, en los establecimientos cercanos o lejanos también a voluntad, y en compañía de poetas y asistentes varios), simplemente apoteosica.

Lo pasé genial disfrutando de tanto talento, ingenio y humor. Destaco las intervenciones de Tita y Patossa, y la última, de Gonzalo y Portillo. No recuerdo los nombres completos.

Una jarama en plena regla en la cual la poesía se desbordó en las calles hasta altas horas de la noche

Brillante y audaz, muy de Tita B!!