Lejos de las alfombras rojas, de las entregas de premios, de los photocalls, de la anorexia o la vigorexia, del dinero, de las entrevistas, de los anuncios de champagne, de la fama, de los representantes, de las falsas campañas de solidaridad con las víctimas del último tifón de moda, del petardeo, existe una realidad de artistas que no llegan a fin de mes, que dedican toda su vida al ideal de crear algo bello y que suponga una diferencia (una polka con sentido poético, por ejemplo), y que transitan el arrabal de lo socialmente aceptado, de lo políticamente incorrecto, currando en cosas de mierda, mientras llega esa gran oportunidad, que cada día está un poco más lejos.
BesARTE, mimARTE y follARTE es una comedia negra sobre las ambiciones, amores y contradicciones de ocho artistas (y una publicista), que trabajan en un bar de Madrid, mientras se les desbordan las alcantarillas, llenando la ciudad entera de mimos, traumas, risas y mierdas.
El mejor amigo de la creación no es el éxito; es el miedo a morirse de asco. Desde la realidad y el desconsuelo del mundo del actor o el escritor o la bailarina, desde lo que no se cuenta en las series y en las pelis, porque no mola nada y sólo provoca ganas de suicidarse, nos acercamos a unos extraterrestres que se follan a tope a una camarera; a un escritor que se enamora de una bruja adolescente; o al demonio, que tienta a una juvenil versión femenina de Fausto.
Todo ello con música de Van Halen, Bob Seger, Kansas o David Bowie. BesARTE, mimARTE y follARTE… más que una obra de teatro; una forma de vida.