Hay algo de sinfonía bizarra, de cantautor pocho, de mimo que habla, de banda sonora de una película imaginaria, y sobre todo, de comedia cantada. Nacho Vera, quien quizá os suene del infra-Underground por ser bateria de Rosvita, ha decidido disfrazarse de superhéroe trash y ha conseguido articular un cancionero tan fuera de géneros como desprejuiciado a la hora de sentirse más cerca de teatro musical que del concierto prototípico, le acompañan los niños del metal, Alvaro Pérez y Alberto Guio, saxofonistas y mejores personas.