Me encantaron tanto los artistas como las comunicadoras de LSE, ¡buen trabajo!

La sala era enana para tantísima gente que había allí metida con lo cual hacia que constantemente la gente te estuviera empujando para ir y venir de la barra, además de no verse en absoluto a la persona que signaba desde las filas de atrás, mi amiga no escucha bien y en 3 horas no pudo enterarse de nada, estuvimos a punto de irnos a los 10 minutos de la actuación. Por otro lado, la luz no era favorable ya que si querías hablar, como es nuestro caso, en lengua de signos, no podías. La luz intermitente dificultaba mucho la comunicación y resultaba molesta.

El festival me encantó, pero el sitio no me gustó nada.

Fue una experiencia estupenda, lo pasamos muy bien

Me lo pase muy bien con grandes artistas y gente muy amable e implicada