Dos péritos emocionales, poniendo a prueba los ojos mas resistentes a la lagrima. La emoción en estado de alarma, sucumbe de pleno en la carcajada y la caricia al dolor de una manera sutil.
Un espectáculo sin antecedentes penales, que no durará lo que te gustaría ni tampoco se repetirá de la misma manera, nunca.
El secreto ibérico de la magia de cerca de Javi Sanchez y Moy Gomar.