En 1979 pasaron algunas cosas, Margaret Thatcher subió al poder. En España Adolfo
Suárez ganaba las elecciones y VOYAGER 1 descubría que Júpiter tenía anillos.
También nacía un grupo de pop electrónico en Madrid: El Aviador DRO. En el centro
cultural “ocupado” Nicolás Salmerón. En Prosperidad. Fruto del encuentro de un
grupo Punk llamado “Los Drugos” y otro grupo de adolescentes que habían
respondido a un anuncio que clamaba por gente a la que le gustara el Rock Alemán.
No se nos puede acusar de no haber sido productivos. Gracias a ese encuentro se
acuñó el término “Tecno Pop”, surgió una banda tremenda llamada Esplendor
Geométrico, se generó una discográfica independiente, Discos Radioactivos
Organizados, que lanzó a una buena parte de la “Nueva Ola” Española: Siniestro
Total, Gabinete Caligari, Loquillo, Los Nikis, 091, Decibelios, Una compañía de
videojuegos llamada DRO Soft.
Luego La Fábrica Magnética y sus Surfin Bichos. Una plétora de tiendas de cómics y
cultura POP llamada Generación X. Una editorial de juegos de mesa llamada Gen X
Games. 11 álbumes de estudio. Manifiestos… Un puñado de canciones cuyas letras se
mantienen en pie a pesar del paso de los años. Una actitud desafiante para acometer y
defender la adquisición de conocimiento, de la ciencia y la tecnología aplicadas al arte
y a la sociedad, que en 1979 era poco más o menos que una proposición bizarra e
incomprendida.
Y, 40 años después, seguimos en ello.