“Diario de una crucifixión” es un solo de danza-teatro para un intérprete, que se desarrollará en una urna de cristal de dos metros de largo por un metro de ancho. La cercanía con el intérprete hará del espectador un voyerista impúdico y producirá una paradoja en su forma de observar, pues esta proximidad se percibirá distante a causa del cristal que los separa; el cuerpo estará cerca y al mismo tiempo lejano.
Con la obra pictórica de Francis Bacon como referencia –y específicamente su estudio del Retrato de Inocencio X de Velázquez-, esta pieza expone la vulnerabilidad del cuerpo exhibido, juzgado y desnaturalizado, en una urna de cristal; espacio cercado, donde la privacidad no existe y la transparencia revela con nitidez la fragilidad humana. El hombre, solo ante su existencia; juez y acusado, víctima y verdugo de su propia naturaleza; ser consciente y animal a un mismo tiempo, abandonado a sus pasiones, huérfano sin guía, en un combate inútil consigo mismo, lanza su cuerpo a la batalla. Y como en un reality televisivo, el espectador se vuelve juez y parte de esta experiencia, árbitro y testigo de una contienda en la que las tensiones entre lo místico y lo humano, se encuentran y conmueven a quien observa.
Espectáculo seleccionado y en gira dentro del marco del XVII Circuito de la RED de Teatros Alternativos