El Vació Fértil Compañía Teatral (Argentina)
Espectáculo en castellano, recomendado a partir de 13 años.
60 minutos.
Sinopsis
España en el presente. El Valle de los Caídos, el monumento faraónico que Francisco Franco mandó a construir terminada la guerra civil como símbolo del triunfo, se está derrumbando desde el interior. Encerrada en la Basílica por una trifulca entre neonazis y un grupo de memoria histórica, una restauradora trabaja para diagnosticar el inminente desmoronamiento del lugar. Al no poder salir, Miranda se ve obligada a convivir con un guardia de seguridad cuya postura neutral espejará en ella sus contradicciones políticas y morales. Mientras el agua horada la piedra, los hechos fisuran los discursos. ¿Qué caerá primero? El tiempo corre.
Ficha técnica y artística
Dramaturgia: Blanca Doménech
Dirección y puesta: Tony Lestingi
Elenco: Romina Pinto, Iván Steinhardt
Asistencia de dirección: Emilio Zinerón
Diseño de escenografía e iluminación: Eduardo Muro
Música original: Enrique Pareta
Asistencia gral, edición y operación técnica: Kike Palombo
Diseño de vestuario: Eduardo Muro
Diseño y edición de sonido y video: Iván Steinhardt
Diseño gráfico: Romina Pinto
Producción Gral.: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Prensa: Carolina Alfonso
El mal de la piedra de Blanca Doménech es el segundo proyecto de la compañía teatral El Vacío Fértil luego de De tiburones y otras rémoras de Sergio Villanueva, obra estrenada en enero de 2018 en Madrid, en abril en Buenos Aires y nuevamente en España en noviembre de 2018. En esa oportunidad la compañía creada por Iván Steinhardt y Romina Pinto, contó con la dirección de Marina Wainer y mientras el recorrido de la obra continúa su paso firme, este nuevo viaje contará con el talento y creatividad de Tony Lestingi en la puesta en escena.
La premisa conceptual sigue intacta: abordar temas de alto compromiso social a partir de temáticas coyunturales y de actualidad. El mal de la piedra habla de la guerra civil española y sus consecuencias políticas en el presente pero se vuelve aún más profunda y universal al indagar y entender que detrás de todo eso está el resquebrajamiento social, ideológico, cultural y moral que han sufrido todos los pueblos expuestos a guerras, dictaduras y gobiernos totalitarios. Un daño que, cómo el deterioro de la piedra, puede ser irreversible si no hacemos algo y en ese punto es donde el teatro debe cumplir su razón de ser: hablar del tema, sacarlo afuera. Conectar el arte como reflejo de la historia humana en nuestro tiempo para aprender de ella y modificar el futuro para los que vienen. He ahí nuestra misión renovada y el motivo por el cual decidimos hacernos cargo de llevarla a cabo.