Ha sido un espectáculo completo. Abanico de emociones que van cambiando según va desarrollándose esa historia que narra el proceso por el que pasa esta mujer valiente. Una historia que con otros escenarios, podría ser la historia de muchos. Enfrentarse a los miedos en forma de fantasmas que acosan. La puesta en escena ayuda a adentrarte en ese Universo de ruidos internos y por supuesto, ella, Cristina Montalvo, es PURA EMOCIÓN. Transmite y hace llegar al espectador, a través de sus pies sonoros, sus manos y su cuerpo en forma de baile , la expresión del dolor, la frustración, la rabia, el miedo, la tristeza y más tarde la confianza en sí misma, la alegría y el empoderamiento de su ser en el mundo. No olvido los músicos y las voces que dan sonido a esos silencios y que es otra parte fundamental en esta historia. Sólo añadir que este espectáculo debería llegar a mucho más público del que puede llegar en un pueblo pequeño. Mucho trabajo, emoción, arte y vida puesta en un espectáculo. Gracias por esas palabras con lágrimas, al final de la representación, Cristina. Nos llegaste muy dentro. Sigue mostrando tu baile y tu sentir siempre.