Entre líneas es una obra perteneciente al teatro del absurdo pero que trata aspectos reales de la vida y la propia existencia a través de una guerra ficticia que acaba de concluir, dejando únicamente un superviviente por bando que ahora tienen el deber de desempatar. Su director, el también cordobés Chico Sánchez, explica que la obra es "emocional", tratando de huir del teatro "frío y matemático", y que tiene el objetivo de "incidir en el espectador con un alegato en contra de la guerra".