Gato Charro llega a Sevilla (La Sala) para la despedida de sus tres discos. Ven, Dame cuerda, En un balancín.
Sábado 16 Marzo de 2019 a las 22:00h
Entradas anticipadas 8€ taquilla 10€
El cantante y compositor Álvaro Pacheco comenzó su proyecto personal en 2010 bajo el nombre artístico de Gato Charro.
Pachequin o Gato (como es conocido en el mundo musical) tiene tres discos bajo el brazo, producidos por él y por su hermano Roberto Pacheco.
El último disco “En un balancín” grabado en 2016, cuenta con la participación de varios amigos: Leiva, Juancho de Sidecars, Juanito Makandé, El Canijo de Jerez y Chiki Lora. El segundo disco “Dame cuerda” se grabó en 2014 y cuenta con la colaboración de Coque Malla. El primer disco “Ven” fue grabado gracias a Maral Producciones en el año 2010. Multitud de estilos recorren los tres discos, de ahí las colaboraciones tan variopintas. Ha girado por Madrid, Toledo, Salamanca, Valencia, Bilbao, Pamplona, A Coruña, Cádiz, Ibiza, Formentera, Tenerife etc.
El nombre Gato Charro proviene de sus raíces Madrileño-Salmantinas, Gato madrileño y Charro salmantino.
Actualmente forma parte de la banda de Leiva como trompetista, habiendo participado en las giras de los discos "Diciembre", "Pólvora" y "Monstruos" y grabando en estos dos primeros.
Además ha colaborado con Joaquín Sabina, Sidecars, Alamedadosoulna, El Canijo de Jerez, Muchachito, Lichis, Santero y los Muchachos, Emeterians, Xoel López, Pereza.
En 2007 comienza a tocar con Deluxe como trompetista, grabando el álbum “Fin de un viaje infinito” y realizando su posterior gira. Al año siguiente graba el disco “Reconstrucción”, que incluye un dvd en directo en Madrid, cuya presentación le lleva a recorrer España y parte de Sudamérica. Graba el disco "Aviones" de Pereza en el año 2009 y en el disco de Albertucho, “Capitán Cobarde”, en 2010.
La amplia formación musical y las influencias de distintos estilos hacen que la música de Gato Charro llegue a un público muy heterogéneo. En su repertorio se pueden encontrar obras de pop-rock fresco y desnudo, fusionado con distintos estilos que van desde el rock hasta el bolero, pasando por las rancheras aderezadas con toques de jazz. Eso sí, todo ello regado con su personalísimo aire aflamencado y rumbero.