Tras la Segunda Guerra Mundial muchos extranjeros a la Ciudad de la Luz, a París, en busca de esa imagen de modernidad surgida en el siglo XIX. Mientras la ciudad se recuperaba de las heridas de la guerra, un aire de libertad llenaba los ambientes artísticos.
La creatividad era tal que surgieron diferentes tendencias artísticas, tanto dentro como fuera de la Escuela de París. En una época en donde nuevas tensiones crecían con la Guerra Fría, el arte aportó nuevas esperanzas, conectando la tradición con la modernidad internacional.
La exposición recoge enfoques variados donde se muestran obras, en algunos casos, olvidadas por los historiadores del arte. La organización en salas cronológicas permite apreciar los cambios y las modas de París, así como las presiones socio-políticas del momento.
Una oportunidad para conocer uno de los momentos de la historia del arte de mayor creatividad y libertad.
