Y ser sólo esa carne débil…, por Estigma.
Si quitamos la ropa, si quitamos las tradiciones, sin quitamos el adjetivo ¿qué nos queda? Solo carne. Carne débil. Y me gustaría detenerme en esa debilidad, esa es la debilidad que me interesa, esa vulnerabilidad. Mostrarnos como somos, toda la belleza de nuestra inseguridad, de nuestra pérdida.
Lo que propongo es un pensamiento en acción, un intento de revolución, un viaje por mi mente desviada y anormal. A falta de tener agallas suficientes para convertirme en un asesino en serie, fiel a mi naturaleza de independencia de pensamiento y acción, decidí cagarme en todo, crear una revolución propia en cuanto al género, confundir al rebaño afirmándome en mi 'plumerío' y despreciando cualquier forma de masculinidad sobre actuada, construida e impuesta, este comportamiento masculino que va un nivel por encima de la supuesta hipermasculinidad, que al fin y al cabo es pura actuación.