CONCIERTO DE PRESENTACIÓN DEL ÁLBUM DE NEVVER: "999"
Grupo invitado: interrogación amor
NEVVER
Con su primer Mini-LP, “Disforia”, NEVVER rompieron la baraja en 2019. Su propuesta, entremezclando post-punk, shoegazing y trap, abría un abanico de posibilidades a un sonido casi inédito hasta el momento. La manera en que sus canciones humedecían el género urbano de melancolía, contenía su rabia y la inflaban de poesía (estableciendo un hilo invisible con el gran Saul Williams), suponía un antes y un después para un grupo llamado a ser nombrado en innumerables ocasiones en los círculos más especializados. Pero lejos de acomodarse en una línea ya de por sí novedosa y con mucho que ofrecer, con su nuevo disco dan un nuevo salto. Con la ayuda en la producción de LEFTEE y RARE (del colectivo Toxic Pop de Valencia) han hecho que su primer largo, “999”, ponga un ojo en la pista de baile, se insufle de tecno-pop o incluso de dream-house, manteniendo ese extraño diálogo entre rabia y melancolía, su aliento poético, su capacidad para evocar barrios olvidados y maltratados. Nos toca hacer de nuevo la pregunta: ¿habían escuchado antes algo igual?
Y si no, escuchen “Hacemos El Amor Con La Ropa Puesta”. Ecos de Detroit y Berlín. Y encima instrumental. Toda una declaración de intenciones, toda una evidencia de que lo suyo no son los encasillamientos ni los caminos trillados. Y es que “999” es hijo de la pandemia y la distancia, y a pesar de eso suena más próximo que nunca. Acercándose sónicamente a bandas como THE BLAZE, ODEZENNE y grupos españoles como SEN SENRA o CHICO BLANCO. Pero, sobre todo, es una apuesta por la poesía. Hablábamos hace unas líneas de Saul Williams, como uno de los grandes defensores de la poesía como ADN principal de la música urbana. Pero aquí NEVVER van más allá y conciben el disco como un homenaje al poeta canario Félix Francisco Casanova (1956-1976). Cada título de cada canción está basado en letras y poemas del desaparecido escritor. Y ese hálito pulula por cada segundo de un disco emocionante hasta decir basta.
“Amaneciendo Y Anocheciendo”, uno de los avances del disco, tiene esa capacidad evocadora tan propia de la banda, con esas texturas de la producción de LEFTEE que dan luminosidad a un momento oscuro, el regreso a casa, a altas horas de la madrugada, después de haber roto una relación descompasada. Contrastes, matices, emoción a flor de piel. “Por las veces que me han hecho daño”. Y entonces “Tu Boca Mordiéndome El Labio” recupera esa frase, repetida como un mantra en la inicial, para trazar una nueva obsesión, una pasión desubicada, en una canción que abre un puente claro con su trabajo anterior, con bases trap y las dosis justas de autotune.
“Gritos De Euforia” es una maravilla poliédrica. Aparecen por primera vez las guitarras cristalinas de Borja, los ecos, la tristeza. Pero las bases contundentes avivan la llama. Y los versos de Javier propagan el fuego. Aquí hay ganas de vivir, fuerza, la reafirmación después del sufrimiento, la asimilación del dolor como parte de la vida, el camino a amar cada segundo en el que mantenemos un pie sobre este mundo. “Atrapando Olores En El Aire” vuelve a la pista de baile, pero esta vez con un halo nocturno, misterioso, sexual: “Las ciudades se desnudan”. Los drones son ahora los que hipnotizan, los que crean paisajes sonoros, los que capturan nuestro corazón mientras movemos los tobillos.
“Cuando La Noche Me Aprisiona” es épica pura. Tecno, hardcore, punk, intensidad desbocada, sexo, resaca, religión. Cóctel atronador. Imposible salir vivo de ahí. “Te Veo En Cada Vaso De Agua” recupera el pulso más rap, las rimas ágiles, incansables, la ciudad muerta, el humo, con el empuje de la colaboración de Claudio Montana, espídica, sin respiraciones. “Siempre Triste Y Azul” puede que sea el resumen del espíritu de NEVVER. El dolor y la tristeza como motor, el azul que lo impregna todo, las drogas y el sexo… Y por otro lado el amor que nos hace sentir vivos, que rompe todo lo anterior. Todo esto con un bajo que Peter Hook firmaría encantado, paisajes de sintetizadores que son el orgullo de Robert Smith, cuando los sentimientos más oscuros te sirven para sentirte lleno y feliz. Maravilla.
“Tiernos Maullidos Eléctricos”, el primer avance del disco, nos recuerda por momentos a THE POSTAL SERVICE. Vamos volando, la electricidad cosquillea cada músculo de nuestro cuerpo. Y el telón se cierra con “Espero Que Nos Crucemos Al Doblar Una Vida”, la depresión, los sentimientos destructivos que te aprisionan al regresar a las seis de la mañana. Y al final “El sol… / El sol por la mañana”. Qué manera más increíble de acabar un disco como “999”.
Porque estamos hablando de un álbum jugoso en todos los aspectos. Por su mensaje dolorido pero optimista y vitalista. Por cada una de las palabras que lo recogen. Por las pinturas de sonidos. Por los juegos estilísticos. Por una producción excitante. Y porque cada vez que los escuchas parece un disco nuevo. Que nada nos quite a NEVVER. Los necesitamos.
INTERROGACIÓN AMOR
Una propuesta inclasificable y con mucha personalidad, en la que su imagen y la estética se funden con un sonido complejo, poliédrico e imprevisible. El dúo formado por Carlos y Javier suena a hyperpop con ruidismo y post-punk. Su último álbum, “cómo un ángel podría romper mi corazón”, es una especie de tratado de posmodernismo sonoro que se mueve dentro del noise, el punk, el avant-garde o el digicore sin apenas despeinarse. El balance que hay entre sus temas luminosos y sus canciones más oscuras los convierten en un grupo muy seductor e hipnótico, innovador y, a veces, incluso inquietante. Un grupo íntimo y original que marca un antes y un después en el panorama musical actual de nuestro país, en el escenario y en todo aquel que los escucha.