El príncipe feliz, una obra de Oscar Wilde que aparece en nuestro espacio de la mano de TEATREXDEFINIR con adaptación de texto de Juan José Ballesteros.
La estatua del Príncipe Feliz cubierta de oro, preside desde lo alto de su pedestal a todos los habitantes. Tiene como ojos dos zafiros y un rubí incrustado en su espada. Pero hay un problema: está llorando. Una golondrina llega para ayudarlo a eliminar las injusticias que existen. Mientras, sus amigas parten para Egipto y hace cada vez más y más frío.
Esta obra nos muestra como en algunos casos la ignorancia es felicidad, ya que mientras estaba vivo El Príncipe nunca abrió los ojos al mundo, por eso siempre fue feliz, hasta que hecho estatua pudo ver a toda su gente sufriendo. Ahora, que es una estatua y no tiene nada que hacer es cuando ve toda la miseria a su alrededor y quiere enmendarlo. La Golondrina, símbolo del animal suspicaz y amigable, hará que sus deseos se cumplan, costándole incluso su vida y la traición del junco.