El Ministerio de Alta Cultura tiene entre sus objetivos la purga sistemática de aquellos
textos que no son convenientes para el buen desarrollo intelectual y cultural de la patria.
El Ministerio vela por la salud intelectual de sus compatriotas y es su misión la de destruir
aquellos textos que no alcanzan a un mínimo rango de interés, belleza o decoro. Es por
ello, que dos de sus más comprometidos funcionarios cumplen la misión de triturar estos
textos, no sin antes, darles una última lectura, una postrera locución a modo de extrema
unción que los destierre por siempre a los abismos del recuerdo. Y quizá, sólo quizá,
permitan que pervivan en los antiguos modos de la transmisión oral.
Trituro y Escarnio es un espectáculo teatral que aúna la narración, el humor y la
declamación poética con las nuevas tecnologías sonoras para arropar unos textos
malditos, abocados a su desaparición formal.