Esta comedia de situación empieza con la muerta de Guelwaar (el “noble”), un ferviente sacerdote católico. Cuando la familia acude a la morgue para reclamar el cuerpo, se da cuenta de que ha desaparecido y ha sido enterrado por error en un cementerio musulmán. Se trata de una sátira de una África plagada de pequeños conflictos, con una burocracia paralizante y dogmas y creencias religiosas enfrentadas, elaborada con una sutil ironía y llena de pequeños detalles que revelan la maestría de Sembène.