El blues a veces es demasiado oscuro, con esas historias de desamor, depresión, malas rachas y hambre en el estómago. Sergi baja a la arena del blues más primario pero aborda esos temas con un sentido del humor que desarma. Si lo has visto en vivo no hace falta presentación, si todavía no lo has hecho fliparás con el descubrimiento.